Cuando uno va en su
vehículo, lo mejor y más importante que ha de hacer, es conducir atentamente a
lo que se va haciendo. Es por ello que hay que descartar el utilizar cualquier
otro aparto ajeno a este fin. En enlaces anteriores hemos tocado el tema del
teléfono, el navegador y en esta ocasión hablaremos del uso de las radios y
similares dispositivos.
El equipo de música se
considera como el primer dispositivo tecnológico potencialmente distractor que
se incorporó a los vehículos, aunque much@s ni tan siquiera lo hayan visto así
nunca. Inicialmente era solo una radio que dio paso al aparato de radiocasete y
progresivamente a cada vez más sofisticados equipos de audio.
Escuchar la radio o
una película proyectada para los ocupantes de los asientos traseros del
vehículo no parece tener un efecto distractor relevante en los conductores. En
un estudio de simulación con conductores australianos se halló que su habilidad
para guiar un vehículo prácticamente no se modi-ficaba ante la presencia de
estos estímulos auditivos
Al parecer la
demanda cognitiva que supone escuchar la radio o una película mientras se
conduce puede ser asumida por la mayoría de los conductores, ya que cuando las
condiciones de tráfico requieren mayor atención, de un modo casi automático,
dan prioridad a la conducción en detrimento de la escucha; en cambio en una
conversación telefónica el conductor puede sentirse presionado a continuar
hablando independientemente de la situación de tráfico. Otros investigadores
también han hallado que si solo se escucha y no se está obligado a hablar, no
se ve afectada la conducción de un vehículo, y la misma opinión tienen los
propios conductores.
En cambio, sí se ha
detectado un efecto distractor cuando se manipula el aparato de música durante
la conducción. Manipular el equipo de audio puede requerir (particularmente si
el equipo no está integrado en el volante del vehículo) desviar la vista de la vía
durante un tiempo considerable (entre 3 y 6 segundos) y separar una mano del
volante.
En un estudio
experimental realizado con jóvenes conductores norteamericanos se observó que
cuando manipulaban la radio sobrepasaban en más ocasiones el límite de
velocidad establecido y tenían más accidentes que cuando no realizaban esta
actividad distractora.
También se desviaban
con mayor frecuencia de la vía de circulación (cruzaban la mediana de la
carretera o se salían completamente de ella) si estaban sintonizando una emisora
en la radio. Este error era más frecuente cuando circulaban en una situación de
baja densidad de tráfico.
Algunos vehículos
tienen incorporados los equipos de CD en el maletero del coche. Estos sofisticados
aparatos pueden reproducir secuencialmente varios discos de modo que el
conductor, si lo desea, puede disfrutar de música de su agrado a lo largo de
todo el trayecto sin tener que manipular el aparato de música. Las emisoras
presintonizadas y los localizadores automáticos de emisoras, disponibles en
muchos de los modernos equipos de audio, también minimizan el efecto distractor
que puede tener sobre el conductor el hecho de manipularlos.