miércoles, 22 de mayo de 2013

USO DE LA RADIO O CD Y DISTRACCIÓN

Cuando uno va en su vehículo, lo mejor y más importante que ha de hacer, es conducir atentamente a lo que se va haciendo. Es por ello que hay que descartar el utilizar cualquier otro aparto ajeno a este fin. En enlaces anteriores hemos tocado el tema del teléfono, el navegador y en esta ocasión hablaremos del uso de las radios y similares dispositivos.  

El equipo de música se considera como el primer dispositivo tecnológico potencialmente distractor que se incorporó a los vehículos, aunque much@s ni tan siquiera lo hayan visto así nunca. Inicialmente era solo una radio que dio paso al aparato de radiocasete y progresivamente a cada vez más sofisticados equipos de audio.

Escuchar la radio o una película proyectada para los ocupantes de los asientos traseros del vehículo no parece tener un efecto distractor relevante en los conductores. En un estudio de simulación con conductores australianos se halló que su habilidad para guiar un vehículo prácticamente no se modi-ficaba ante la presencia de estos estímulos auditivos

Al parecer la demanda cognitiva que supone escuchar la radio o una película mientras se conduce puede ser asumida por la mayoría de los conductores, ya que cuando las condiciones de tráfico requieren mayor atención, de un modo casi automático, dan prioridad a la conducción en detrimento de la escucha; en cambio en una conversación telefónica el conductor puede sentirse presionado a continuar hablando independientemente de la situación de tráfico. Otros investigadores también han hallado que si solo se escucha y no se está obligado a hablar, no se ve afectada la conducción de un vehículo, y la misma opinión tienen los propios conductores.

En cambio, sí se ha detectado un efecto distractor cuando se manipula el aparato de música durante la conducción. Manipular el equipo de audio puede requerir (particularmente si el equipo no está integrado en el volante del vehículo) desviar la vista de la vía durante un tiempo considerable (entre 3 y 6 segundos) y separar una mano del volante.

En un estudio experimental realizado con jóvenes conductores norteamericanos se observó que cuando manipulaban la radio sobrepasaban en más ocasiones el límite de velocidad establecido y tenían más accidentes que cuando no realizaban esta actividad distractora.

También se desviaban con mayor frecuencia de la vía de circulación (cruzaban la mediana de la carretera o se salían completamente de ella) si estaban sintonizando una emisora en la radio. Este error era más frecuente cuando circulaban en una situación de baja densidad de tráfico.

Algunos vehículos tienen incorporados los equipos de CD en el maletero del coche. Estos sofisticados aparatos pueden reproducir secuencialmente varios discos de modo que el conductor, si lo desea, puede disfrutar de música de su agrado a lo largo de todo el trayecto sin tener que manipular el aparato de música. Las emisoras presintonizadas y los localizadores automáticos de emisoras, disponibles en muchos de los modernos equipos de audio, también minimizan el efecto distractor que puede tener sobre el conductor el hecho de manipularlos.

martes, 21 de mayo de 2013

Riesgos al utilizar el navegador. 


El navegador de conducción es un aparato cuya función principal es servir de guía al conductor respecto a la ruta a seguir. Su uso se ha popularizado en los últimos años debido a la gran ayuda que presta a los conductores cuando han de realizar trayectos que les son desconocidos o localizar una dirección específica dentro o fuera de los núcleos urbanos.

El tiempo medio para manejar el navegador es de un minuto, tiempo para estar totalmente despistado. Los navegadores pueden, además, proveer otra información relativa, por ejemplo, al estado del tráfico o a servicios disponibles para el conductor a lo largo de su ruta, por lo que ayudan a la me-jora de la seguridad vial o a incrementar la comodidad durante el viaje.

El uso del navegador presta un gran servicio al conductor y su potencial efecto distractor queda compensado por sus ventajas, siempre que el conductor programe su navegador con el vehículo detenido y se limite posteriormente a seguir sus indicaciones. Pero, ¿qué ocurre cuando un conductor programa su navegador una vez iniciado el trayecto?

A pesar de que este dispositivo fue concebido para ayudar al conductor, a medida que se ha ido generalizando su uso se ha incrementado paralelamente la preocupación respecto al posible efecto de distraer que puede ocasionarle y como en el caso del teléfono móvil, dicho efecto está vinculado con un uso inadecuado del navegador por parte de los conductores.

Se corre un gran riesgo manejar el navegador una vez empezada la marchaEsta situación no es infrecuente y suele producirse cuando se ha olvidado o no se ha tenido tiempo de programarlo antes de iniciar la marcha, cuando se intenta rectificar una ruta que se ha programado erróneamente, o cuando el conductor decide modificar su destino o llegar al mismo a través de un itinerario diferente al programado inicialmente. En este enlace puedes ver muy bien como realizar dicha tarea. 

http://www.autobild.es/videos/prepara-tu-ruta-navegador-gps-antes-arrancar-186881

Introducir manualmente y paso a paso la ruta en un navegador requiere mucho más tiempo que marcar un número de teléfono. El tiempo mínimo necesario para seleccionar una ruta de interés es superior a un minuto, tres veces mayor que el que se emplea para realizar una comunicación telefónica
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Los resultados de un estudio de simulación más reciente han hallado tiempos de programación inferiores que oscilan entre los 27 y los 49 segundos. Aun así, se trata de una duración muy considerable, lo que puede suponer riesgos importantes para la conducción.

Debido al elevado tiempo que requiere introducir el destino, ya sea por voz o manualmente, algunos fabricantes de sistemas de navegación han limitado el uso de ciertas funciones del sistema de navegación cuando el vehículo se encuentra en movimiento. En todo caso, cabe concluir que, en general, el uso del navegador durante la conducción supone una distracción visual, biomecánica y, en parte, auditiva

lunes, 20 de mayo de 2013

Riesgos al utilizar el teléfono movil durante la conducción

Desde hace algún tiempo, se ha detectado en las carreteras españolas, así como en otras partes del mundo, la implicación de un aparato que está causando más riesgos de siniestralidad que las conocidas causas debidas a la ingesta del alcohol y la velocidad ; el uso del teléfono móvil son, en este orden, los principales factores de riesgo a la hora de sufrir un accidente de tráfico en España. 



Ésta es una de las conclusiones de un estudio que fue encargado por la Dirección de Tráfico del Gobierno vasco a la Universidad del País Vasco, que lo ha elaborado en base a 2.434 encuestas realizadas en los años 2009 y 2010. Según recoge el documento, la gran mayoría de conductores, un 79%, ha superado alguna vez la velocidad máxima permitida, aunque sólo el 7% lo hace con mucha frecuencia.

Únicamente el 12% de los conductores se colocan al volante después de ingerir alcohol. La mayor parte son hombres. Así, el 77% de las mujeres nunca conduce tras beber alcohol, un porcentaje que en el caso de los hombres baja hasta el 52%.

Con relación al tercer factor de riesgo principal, el teléfono, el estudio concluye que sólo un 3% lo usa mientras conduce, frente a la gran mayoría, el 70%, que nunca habla por el móvil cuando está al volante.
A estos tres factores hay que sumar la edad y la antigüedad del carné: cuanto más mayor es el conductor y más años lleva con el permiso mayor probabilidad tiene de sufrir un accidente. El estudio también revela que el 59% de los conductores vascos nunca ha tenido un accidente, aunque unos pocos han sufrido varios. Destaca el caso de uno de los encuestados que ha tenido 21 siniestros de tráfico. La inmensa mayoría de las personas accidentadas, un 87,8%, no ha padecido consecuencias serias.


El 68% de los conductores no ha sido sancionado nunca, el 18% ha recibido una única sanción y el 7 % ha sido penalizado en varias ocasiones, habiendo incluso casos de personas con 30 multas en su historial. La mayoría de estas sanciones, el 72,1%, se deben al exceso de velocidad, el 16,8% están motivadas por hablar por teléfono o no llevar el cinturón, el 15,43% son por conducción indebida y el 6,6 por alcoholemia. El estudio también ha permitido establecer una tipología de conductores que distingue cuatro categorías diferentes. La primera la forman las personas accidentadas "por motivos no determinados". Este grupo tiene la edad media más alta, 37 años, y presenta también la mayor antigüedad de carné, unos 16 años. La mayoría conduce por motivos familiares y ocio.

En un segundo grupo están las personas no accidentadas pero con mala conducta. Son los más jóvenes, alrededor de 28 años, aunque el rango de edad más abundante es el de menos de 25 años (63,2 %). Son también los de menor experiencia (8 años de carné) y conducen fundamentalmente por motivos familiares y de ocio. El tercer colectivo está integrado por conductores accidentados y con mala conducta, que es mayoritariamente masculino (73,5 %). Conducen tanto por trabajo como por ocio y motivos familiares y lo hacen durante muchos kilómetros (485 por semana).

El último grupo lo constituyen las personas no accidentadas, formado sobre todo por mujeres (un 66,8 %). Por lo general, conducen por motivos familiares y de ocio, no por trabajo, y presentan la menor cantidad de kilómetros por semana (174).

domingo, 19 de mayo de 2013

Bienvenidos a Seguridad Vial + Vital

Saludos a tod@s cuanto habéis querido acercaros a este espacio en dónde conocer y compartir algo tan básico y a la vez tan importante, como es la Educación Vial. He de reconocer que mi falta de información, unida a la falta de medios donde conocer cuanto ocurría en nuestras carreteras, hizo que hace años me planteara el modo de saber más sobre todos estos temas. 

Mi sorpresa fue tremenda, al ver las altas cifras de mortalidad en las carreteras españolas (hace solo 20 años perdían la vida más de cinco mil personas en nuestras carreteras) y aunque afortunadamente se han ido bajando estas cifras, son igualmente significativas la falta de interés o de "información" que algunos siguen teniendo en cuanto al modo de evitar las graves lesiones que se pueden producir y por supuesto el modo de evitar todos estos temas. 

Como primer escrito, que deseo hacer en este blog, me quiero centrar en todos aquellos elementos y objetos que nos llevan a perder de vista la carretera y que hasta hace unos días tenía claro que la distracción al volante es una de las causas mediata o inmediata que da lugar a la producción de siniestros viales atribuibles no sólo a conductores sino también a peatones. Puede, incluso, que exista un número proporcional de distracciones por parte de peatones y conductores en relación al tipo de vía que se utilice. Otra variable sería el resultado o la gravedad de las consecuencias, quizás, más dependiente de la velocidad que de otros factores pero no quiero distraer demasiado vuestra atención.

Como adelanto, habría que aclarar que existe una causa ligada a la distracción entendida como aquella que nos hace mirar para otro lado por algún motivo externo: mirar un cartel de publicidad, un incidente a nuestro paso…, para diferenciarse de la desatención propia, como, la motivada por algún pensamiento interno: problemas laborales, familiares, sueño, etcétera. Pues bien, hoy, ampliaré con ejemplos ese mal catálogo de distracciones y desatenciones que, a veces y sin darnos cuenta, restan atención a la conducción con el consiguiente riesgo.  

A la distracción y desatención a los mandos de cualquier vehículo habría que añadir la combinación de ambas, es decir, dejar la mirada hacia lo que tenemos delante por algún elemento que nos distrae con el añadido de olvidarse, por unos instantes, de la tarea de la conducción. 


Así de simple pero que caemos en ese error, en alguna que otra ocasión, a los mandos del vehículo cuando, por ejemplo, programamos la radio, miramos el texto del navegador, regulamos la temperatura interior, depositamos la ceniza del cigarro, intentamos coger algo de la guantera o de los asientos… 

Y así, un montón de acciones que nos harían restar tiempo ante cualquier situación que requiera una maniobra de respuesta rápida. No podemos convertir una ayuda en una distracción. A lo largo de estas semanas, espero ir introducciendo más datos y por supuesto, tener la colaboración de tod@s cuantos estén interesado en seguir poniendo "pequeños gestos" para conseguir grandes objetivos.